martes, 20 de julio de 2010

16 de Julio de 2009: Addis Abeba

Por el retraso del vuelo llegamos al hotel más tarde de lo previsto y a la mañana siguiente bajamos al restaurante cuando ya estaban retirando los platos del desayuno.

La primera visita del día fue el Museo Etnográfico, antiguo palacio del emperador Haile Selassie. En el museo se muestran imágenes, utensilios, instrumentos musicales, artesanía y vestimentas de los diferentes grupos étnicos de Etiopía. Además, ofrece la posibilidad de visitar la habitación privada y cuarto de baño del emperador como parte del contenido histórico del museo.

Tras la visita fuimos a comer a la Patisserie Romina, a pocos metros del museo. En el camino, nos llamó la atención, a parte del bullicio y movimiento continuo de la ciudad, los vendedores ambulantes de fotografías. Estaban en el suelo, dentro de una caja de cartón, y todas ellas mostraban el rostro del cantante Teddy Afro. Según nos contaron, se debía al anuncio de su próxima salida de la cárcel, meses antes de lo que dictaba su condena. El nombre real de Teddy Afro es Tewodros Kassahun y sus problelmas legales son consecuencia del contenido crítico de sus canciones hacia el gobierno etíope.


Por la tarde, tratamos de exprimir las horas que nos quedaban en Etiopía (el vuelo salía esa misma noche, a la una de la madrugada). Comenzamos con la visita a Lucy (o Denkenesh), en el Museo Nacional de Etiopía. En el museo, a parte de la réplica de Lucy, pueden verse numerosos fósiles y restos arqueológicos correspondientes al periodo pre-aksumita, Aksumita y florecimiento de Gondar.

A la galería fue incorporado, en 2004, el esqueleto de Selam, un niño Astralopithecus Afarensis de hace 3,3 millones de años.

El resto del tiempo, antes de la cena, lo dedicamos a hacer compras. En tiempo record pudimos comprar, aceite de eucalipto, café, música etíope y regalos para nuestros acompañantes. Vimos tiendas de ropa tradicional, herbolarios, puestos de fruta y Khat (una planta estimulante que se consume en el África de Este y la Peninsula Arábica) Después regresamos al hotel a por nuestras cosas y desde allí nos fuimos directamente a la cena.


La cena, en un restaurante tradicional etíope con espectáculo de música y danza, fue el adorno perfecto para el regalo que fueron las dos semanas de viaje. El lugar precioso, la comida y el baile impresionantes, pero lo realmente divertido llegó cuando los artistas terminaron su actuación. En el restaurante se estaba celebrando una boda. Desconozco si es la tradición o no, pero cuando acabó el espectáculo los recién casados subieron al escenario y eligieron a varias personas para que les acompañasen, entre ellas subimos Irene y yo. Me sentaron al lado del novio y a Irene al mío, entre los invitados de la boda. Las bailarinas sacaron unas esterillas que extendieron a nuestros pies y nos entregaron un cucurucho, hecho con hojas de árbol y relleno de Kitfo (plato tradicional etíope que consiste en carne picada muy especiada) y una cuchara. La ceremonia consistía en darnos de comer los unos a los otros, en compartir la comida y la alegría del enlace. Después, en silencio, un hombre dijo unas palabras en amárico y acto seguido comenzó la música y el baile.




Fue uno de los momentos más felices del viaje y sentí mucho que tuviésemos que dejar la fiesta a medias para irnos al aeropuerto, era difícil de creer que en solo unas horas fuésemos a pasar de celebrar una boda etíope a estar en nuestras casas, en nuestras vidas que desde allí no parecían reales.

Los aviones que nos trasladaron de Addis Abeba a Madrid hicieron una ruta mágica y desde entonces hay tres puntos –tres mujeres- en común entre España y Etiopía:


Otras noches sueño
con hombres de Etiopía
que bailan con el único movimiento
de los hombros.
De día recreo, una y otra vez,
el olor a humo y a risa
en las montañas del Norte.
Una vida entera de dos semanas
me ha bautizado de nuevo
sin que ningún dios haya llegado a casa,
y ahora nuestros países
albergan para siempre
un lugar común
allí donde respiro.

2 comentarios:

  1. Se me ponen los pelos de punta al pensar que aquello fue real. La vida nos regaló aquel viaje a las 3. Lo guardaré en mi corazón para el resto de mis días. La suerte es que aquí quedan, dando fé tanto tus escritos como las fotos, para volver a vivir nuestro primer viaje cuando pase el tiempo. Se acabó el relato ahora nos queda volver. :)

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  2. Hola! Soy Leticia. Estamos planeando nuestro viaje a Etiopía para diciembre y tus relatos han sido de gran ayuda. coincidimos en el recorrido y la verdad es que toda la información que aportas nos hace viajar desde ahora. Veo que habéis hecho el recorrido en 10 días, nosotros contamos con 18, pero queremos pasar en Addis por lo menos tres días. podrías enviarme algo de información sobre presupuesto?? guia, 4x4 hoteles... será de gran ayuda porque es con lo que estoy más perdida. Muchas gracias

    Mi email es ais@aisfotografos.com

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