martes, 20 de octubre de 2009

12 de Julio de 2009: El fin del imperio Axumita

Después de comer continuamos con la visita histórica. Primero visitamos la Tumba de Gebre Meskal. Gebre Meskal fue el hijo de Caleb, rey de Axum entre los años 493-534 d.C. Este soberano reinó en Axum en tiempos de los Nueve Santos, cuando la difusión de cristianismo en Etiopía estaba en pleno apogeo. Caleb es considerado y venerado como un Santo en la iglesia Ortodoxa de Etiopía, por liderar una expedición hacia Arabia donde derrotó a Dhu Novas, soberano de la actual Yemen, que en nombre de la religión Judía que profesaba emprendió una sangrienta persecución contra los cristianos. Tras su victoria, la tradición dice que Caleb, como muestra de agradecimiento, viajó a Jerusalén y depositó su corona en el Santo Sepulcro.
La Tumba de Gebre Meskel se encuentra a tres kilómetros del centro de Axum. En el interior de sus ruinas, unas escaleras de piedra conduce a un gran número de galerías subterráneas. Según la tradición Caleb y su hijo guardaban en estas cuevas sus tesoros y joyas, y en ellas es posible ver  arcas de piedra donde supuestamente se depositaban las riquezas. Para pasar de una galería a otra los pasillos son estrechos, tanto que a veces hay que pasar de lado. La oscuridad es total (tuvimos que bajar con linternas) y la cantidad de murciélagos que cuelgan de los techos hace que el olor sea casi insoportable desde se desciende el primer escalón. Cuando bajábamos, Solomon nos asustaba imitando el ruido de los murciélagos, disfrutó como un niño con nuestros “gritos”…
El emperador Gebre Meskel mandó construir la iglesia de uno de los lugares más emblemáticos del Norte de Etiopía, el monasterio de Debre Damo que se encuentra a 76 Km de Axum. Este monasterio está ubicado sobre la cima de una roca aislada y la única manera de acceder a él es escalando un precipicio de 15m de altura con ayuda de una cuerda que los monjes lanzan desde arriba. Es un misterio la manera en que fue construido este monasterio, la leyenda cuenta que uno de los Nueve Santos, Abune Aregawi, buscaba un lugar idóneo para la oración y el recogimiento y que Dios le envió una serpiente que lo subió hasta el lugar donde actualmente se encuentra el monasterio. La representación de esta escena es uno de los iconos más frecuentes en las iglesias de Etiopía.



Después visitamos las ruinas del palacio de la Reina de Saba. Según los axumitas, la reina de Saba está enterrada justo enfrente, donde se encuentra un nuevo campo de estelas. En la actualidad tanto las estelas, prácticamente todas rotas y caídas, como el palacio se encuentran rodeados de campos de cultivo similares a los de cualquier otro lugar del norte de Etiopía. Si las ruinas de este palacio pertenecieron o no a Makeda, la reina de Saba, es algo que la historia no ha confirmado aunque si la tradición de Etiopía. Parece ser que en una primera expedición arqueólogos italianos dataron el palacio en el siglo VI d.C, pero un estudio posterior, esta vez británico, se encontraron restos (monedas) que apuntan a la época de la reina de Saba.





De regreso al centro histórico de Axum, en una pequeña casa no muy diferente a las barracas en que vive la gente, se encuentra la inscripción trilingüe, que conmemora la victorias del rey Ezana en cada una de las tres lenguas empleadas entonces, el sabeo, el griego y el geez. Ezana, anterior al rey Caleb, declaró el cristianismo como religión oficial del reino de Axum.

Aunque la decadencia de imperio axumita se inicia en el siglo VII por la pérdida de comercio del mar Rojo y la consiguiente pérdida de la principal fuente de riqueza del impero, la tradición atribuye el desmoronamiento del reino de Axum a la reina judía Judith, que en el siglo X, invadió, destruyó iglesias y saqueó el reino hasta hacerse con el trono tras la muerte del emperador.

1 comentario:

  1. Ja,ja,ja. Cristina, cuenta las cosas como realmente fueron ;-). A Solomon le encantaba asustarnos, pero cuando los murciélagos echaban a volar, era el primero en poner pies en polvorosa. Si no nos atropellaba y pasaba por encima de nosotras era porque la amabilidad y educación etíopes se lo impedían. Entonces era cuando Million se reía a carcajadas.¡Menudo par de dos!

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